Resumen de contenidos
Si algo representa al 100% el espíritu de la bicicleta como transporte, más que como deporte, es la imagen de una mujer llevando a su hijo al cole en la sillita trasera de su bicicleta. Se las puede ver con relativa facilidad. Es otra de esas imágenes ciclistas que han aumentado en los últimos años: al cole en bici.
Esta actividad no solo es barata, no contamina y tiene todas esas ventajas que ya conocemos de la bicicleta. Hay algo más: imprime en la memoria del niño una imagen que no olvidará jamás: La bici de mamá.
Si algo representa al 100% el espíritu de la bicicleta como transporte, más que como deporte, es la imagen de una mujer llevando a su hijo al cole en la sillita trasera de su bicicleta. Se las puede ver con relativa facilidad. Es otra de esas imágenes ciclistas que han aumentado en los últimos años: al cole en bici.
Esta actividad no solo es barata, no contamina y tiene todas esas ventajas que ya conocemos de la bicicleta. Hay algo más: imprime en la memoria del niño una imagen que no olvidará jamás: La bici de mamá.
Ya sea una bici eléctrica, de paseo, de montaña o plegable, “la bici de mamá” hace al peque mucho más feliz: un paseo en bici siempre está asociado al ocio y, relacionar el ocio con el camino al cole hace que los niños lleven sonrisas en vez de lágrimas a las aulas.
Ni que decir tiene cuántas ventajas hay para la estabilidad mental de los padres que un niño sonría por las mañanas de camino al cole en lugar de rabietas y llantos. También nos hace más felices a los padres. Además, si pensamos en qué imagen del mundo damos a nuestros hijos en esos 10 minutos que dura el galimatías de tráfico asociado a las entradas de los colegios y su inherente estrés, conseguiremos que los niños no quieran saber nada de ir al cole. No del colegio, que seguro que se lo pasan bien una vez dentro, sino del trayecto al cole.
Hace relativamente poco conocimos un estudio en el que se aseguraba que los niños que van andando o en bicicleta al colegio tienen mejores resultados académicos. Era una razón más para cambiar las llaves del coche por las del candado. Ya hemos perdido la cuenta de las ventajas que tiene pedalear. Ahora, con el Día de la Madre a la vuelta de la esquina, puede que sea un buen momento para empezar.