Desde el mes de junio, en Dublin, la policía ha estado candando bicicletas dotadas con un sistema de localización vía GPS en diferentes aparcabicis de la ciudad. Desde que comenzaron sus propios planes de “en bici al trabajo” en 2009, el robo de bicis había aumentado un 167% en la capital irlandesa.
Como en otros muchos ámbitos de la delincuencia, en el caso de las bicicletas no había 50 ladrones detrás de 50 robos. Ni mucho menos. Un solo mangante podría estar detrás del robo de 10 bicicletas. El objetivo de instalar bicicletas cebo con GPS no era localizar esa bici en concreto, sino el destino en el que acababan las demás. Saber, en definitiva, dónde se almacenaban las bicis sustraídas.
Foto “El país que nunca se acaba”
El resultado es considerable. 100 personas detenidas entre junio y septiembre, en algunos casos con hasta 7 meses de prisión, y un descenso del 10% en robos. Es la primera vez que reducen este tipo de delitos en 7 años.
A pesar de los esfuerzos por perseguir y detener a los responsables, desde Garda, (policía irlandesa) han puesto en marcha una campaña para concienciar a los ciclistas de la importancia de candar de forma segura sus bicicletas. En un estudio realizado en Dublín el año pasado, se detectó que el 67% de las bicicletas sustraídas habían sido atadas con candados de baja calidad y cadenas de espiral: un método fácil de quebrantar para casi cualquier ciudadano, ya no digamos un experto ladrón de bicicletas.
Unida a esa campaña, también pretenden ampliar el número de aparcabicis seguros en la capital irlandesa.
Y si funciona en Dublín… ¿Podría funcionar en España?