Empiezan a ser conocidos en la red. Se trata de los “youtubers” y hermanos Jeremy y Jason Holden. Esta vez han conseguido que su último vídeo de la vuelta al mundo en cuestión de horas. Instalaron un sencillo dispositivo conectado entre el sillín y el manillar que otorgaba a quien usaba la bicicleta una importante descarga eléctrica que se activaba por control remoto. Luego, como quien no quiere la cosa, dejaron la bicicleta sin candar y a la vista. El desenlace es el esperado: ladrones (o descuideros más bien), descarga eléctrica, y al suelo. Como curiosidad, no tiene precio.
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